Compartir sin leer ¿A quién le beneficia?

Compartir un post sin haberlo leido es algo más común de lo que sería de desear. Pero ¿Perjudica o beneficia a alguien? Este es nuestro análisis.

¿Compartir sin leer? ¿A quién le beneficia? Podríamos pensar que a nadie, ya que el post compartido en estas circunstancias no es leído, y si quién lo comparte no lo lee, no adquiere la información que el contenido transmite. Igualmente el post no recibe la visita aunque sea compartido, pero… a pesar de todo tiene ciertas “ventajas”

La pasada semana publicamos un artículo en este blog analizando las principales fuentes de tráfico desde las que nos llegaban visitas. Ya habíamos detectado que en muchas ocasiones nuestros posts no eran tan visitados desde algunas redes sociales como el número de veces que eran compartidos, Vamos, que “no cuadraban las cuentas” 😀

Y tras analizar más profundamente de dónde procedían las visitas, comprobamos más fehacientemente este hecho: muchos posts se comparten muchas más veces de las que se leen.

Sin duda que todos quisiéramos que los artículos que escribimos con tanto cariño, con voluntad real de informar y ayudar a otros fuesen muy visitados. Y sí, en muchas ocasiones así es, pero ¡Si fuesen tan visitados desde ciertas redes sociales como compartidos en ellas sería la caña, ja, ja, ja… ¡

Pero no, no nos engañemos: muchas personas comparten lo que otros postean sin clicar el enlace realmente. Aunque donde más hemos detectado esto ha sido en Twitter, ocurre en prácticamente todas las redes sociales.

Pero ¿Por qué ocurre esto? ¿A quién beneficia compartir un post sin leerlo?

En esta decisión de compartir un post sin leerlo pueden influir factores como lo impactante del título, la temática, el interés que tengamos en ella realmente, el conocimiento que tengamos del autor del post o de la cuenta de Facebook, Twitter, etc. que lo compartió, etc.

Las razones para compartir sin leer pueden ser varias, desde el “no tengo tiempo de leer tantos posts” hasta “quiero transmitir a mis seguidores cuáles son mis intereses” pasando por “lo comparto porque es un bloguero amigo y quiero ayudarle”.

Todas pueden ser totalmente razonables, cada una en su contexto.

Es cierto que la cantidad de publicaciones que vemos a diario en las diferentes plataformas sociales es enorme, y que nuestro tiempo es limitado. Resulta complicado a veces elegir qué leer y qué no leer.

Si lo hacemos con la idea de leerlo después, porque en ese momento “no tenemos tiempo”… pues generalmente nos estamos engañando a nosotros mismos.

Aunque nos hagamos ese propósito, en la mayor parte de los casos eso no ocurre, porque siempre hay publicaciones nuevas que saltan a la pantalla de nuestros dispositivos, y al final nos falta realmente el tiempo necesario para volver atrás y leer aquello que nos pareció interesante pero que compartimos sin haber leído.

Si la razón es transmitir a tus seguidores cuáles son tus intereses y adquirir notoriedad y más aún si a la vez quieres ayudar a un bloguero amigo difundiendo sus posts, el no haberlo leído previamente puede no ser tan grave siempre que realmente conozcas que la fuente es fiable y de calidad por otros posts que sí hayas leído.

Otra razón por la que puedes estar compartiendo sin leer puede ser la de demostrar cuáles son tus intereses. Esa en general funciona, (al menos en la superficie), ya que nuestros seguidores valoran quienes somos en función de los posts que compartimos. Ya sabes, “eres lo que compartes” 😉

Y si tu cuenta en Twitter, etc., tiene cierto prestigio, pues le dan también a “compartir” y hala, allá va otro share para la publicación.

Decíamos que esa razón funciona porque puede quedar muy bien de cara a la galería, pero si no lees esta información que parece tan interesante, en realidad no sabrás tanto como aparentas saber, y si haces esto con frecuencia, si alguien se pone a rascar un poco en tu superficie descubrirá que eres pura fachada y nada más. Duro golpe para cualquier marca personal que se precie.

Si te estás formando sobre alguna materia y compartes posts sobre ella sin haberlos leído te estás perdiendo mucha información y mucha formación real.

Deberías dedicarte menos a aparentar que sabes y más a saber realmente de qué estás hablando o qué estás compartiendo. Y para ello es necesario que te detengas y leas el post completo antes de compartirlo. Eso te dará realmente información y cuando lo compartas lo harás además a plena conciencia, seguro de que ese valor que te ha aportado a ti es digno de ser transmitido más allá.

Cómo ves, aquí entran en juego los factores cantidad y calidad. No es la cantidad de cosas aparentemente interesantes que compartes, sino la calidad real de lo que compartes lo que cuenta. Y la calidad y cantidad de información que de verdad has recibido al leerlo y no la que has aparentado conocer al compartirlo sin leer.

Estas ventajas e inconvenientes de compartir sin haber leído son aplicables a cualquier persona que haga algo así, pero ¿qué hay del blog o la web autor del post, por ejemplo el tuyo? Supongamos que tienes un blog y que te ocurre esto: tus posts son muy retweeteados, pero detectas pocas visitas desde Twitter. ¿Cómo afecta esto a tu web? ¿Obtienes alguna ventaja de estas acciones o más bien te perjudican?

Pues tienes un blog y te ocurre eso (y seguro que te ocurre porque nadie se salva) 😀 en principio no tienes problema.

Cierto que lo ideal sería que te leyesen antes de compartir así, a ciegas, pero el compartido, compartido está.

Como seguramente sabes, el SEO Social cada vez se funde más con el SEO y en este caso cuenta todo lo bueno que pase con tus posts en esas  plataformas.

Aunque lógicamente Google a la red social que más tiene en cuenta es a Google Plus por razones obvias, también considera las señales que le llegan de Facebook, Twitter y probablemente en mayor o menor medida a otras plataformas, es difícil saberlo.

Así que cuantas más veces tu post sea marcado con un “Me Gusta”, genere comentarios o sea compartido en las redes sociales, pues mejor para el posicionamiento.

Y al final esas mejoras en el posicionamiento de tu post terminará por traducirse en más visitas, no de quienes lo compartieron a ciegas, pero sí de personas que lo encontraron entre los resultados de Google gracias precisamente a todas las veces que tu post tu compartido o retweeteado. ¡Vaya, es como justicia poética! 😉

El único problema que puedes tener es que se desvirtúen los resultados de alguna campaña que tenga en marcha o sí estás actuando como community manager para una empresa.

Imagina: has publicado un post en el blog de la empresa y conseguido que este sea compartido tantas veces que hasta se ha convertido en  viral.

Pero a la hora de la verdad, como la mayor parte de esa viralidad ha sido producto de esos compartidos “a ciegas”, no conseguirá las visitas esperadas (al menos de inmediato) y por tanto fallará el ROI. Estas cosas pueden hacerte quedar mal, pero son difíciles de predecir.

Lo que no debe hacerse es el caer en malas prácticas aprovechando que se sabe que muchas cuentas en las redes sociales compartirán el post sin leerlo.

A veces las empresas (y hasta algún bloguero) conscientes de esto se pasan de listos creando posts con un buen título… y un contenido más bien hueco.

Esto es como la estafa de vender más participaciones de lotería que la cantidad que realmente se ha jugado: tienen que rezar para que el número no salga premiado.

Pues igual ocurre con esto. Mientras sea compartido y compartido pero no sea leído la cosa va bien, pero en cuanto sea leído el truco quedará al descubierto y la empresa o la web autores de esto perderá muchos enteros de credibilidad.

Así que nuestra recomendación es que no pretendas aprovecharte de esta práctica para posicionar tu web. Crea contenidos que den un valor real a las personas. Esa es la mejor manera de empezar a pensar en posicionarte. Todo lo demás viene por añadidura, pero la calidad debe estar ahí.

Dando por hecho que eres un bloguero legal, pues ya ves cómo aunque no sea los más deseable, hasta esta acción de que compartan tus posts sin haberlos leído en muchas ocasiones sigue dándote beneficios en forma de posicionamiento.

Y bueno, si no tienes blog ni manejas páginas web pero sí has incurrido en esto de compartir sin leer, plantéate ponerle más atención a lo que compartes. Te servirá para seguir aprendiendo y estar al día sobre esas materias que realmente te interesan.

Y además de esa forma si alguien hace click en lo que compartes al menos dirá “¡Vaya, que buen post ha compartido fulanito”! y quedarás realmente como lo que quieres quedar: una persona (o página o lo que seas) que comparte cosas realmente valiosas y que de verdad sabe lo que tiene entre manos.

Hablando de compartir ¿Qué tal si compartes este post? Si estás leyendo esto es que lo has leído entero y eso en un mundo que escanea más que lee y que tiene la manía de compartir contenidos sin leerlos… eso no tiene precio.

Sí, sí, lo de compartir es eso de los botones sociales que tiene más abajo 😉