Influencers: ¿Dónde acaba la recomendación y empieza la publicidad?

¿Qué repercusión en el status de un influencer puede tener el modo en que el usuario interpreta si recomienda o publicita? Análisis de los influencers, sus diferencias y sus consecuencias.

El fenómeno de los influencers crece y crece. Incluso muchos niños cuándo se les pregunta “¿Y tú qué quieres ser de mayor?” te saltan: “yo influencer, como Fulanito o Menganito” (y te sueltan el nombre de algún youtuber). Así qué es evidente que la figura del influencer aparece tan atrayente como para no dejar indiferente a nadie y que las acciones de los influencers son relevantes, tanto para usuarios como para las empresas.

Pero también para sí mismos, además de los beneficios económicos, sus acciones pueden tener consecuencias no deseadas, como pérdida de credibilidad por una u otra razón y otros perjuicios que podrían poner en riesgo su marca personal y también su estatus como influencer.

Total, que como el asunto tiene mucha miga pero además nos da pie hasta para filosofar 😀 nos animamos y decidimos escribir este post en el que esperamos aclarar a empresas, usuarios e incluso a los propios influencers, todo lo relativo a lo que podría considerarse ya una profesión: de profesión, influencer.

Pero ¿Qué es un influencer?

¿Y tú me lo preguntas? ¡Influencer eres tú! 😉 (Y a lo mejor es verdad) Bueno, ahora en serio. ¿Qué es un influencer? Pues lógicamente un influencer es una persona queel negocio de los influencers ¿publicidad o recomendación? con sus palabras, acciones e incluso con su silencio puede influir en otras personas.

El influecer suele ser alguien popular para un cierto número de personas por alguna cualidad en la que destaque.

Puede ser un deportista de élite, un actor, un periodista o simplemente un bloguero. O cualquier otra profesión o actividad popular.

Evidentemente el influencer antes que influencer es otra cosa a nivel profesional, bien del tipo de actividades citadas antes o ser youtuber, por ejemplo.

Así que, niños, cuando contestéis que de mayores queréis ser influencers, queremos que sepáis que antes tenéis que ser buenos en algo, porque sin ese otro “algo” no hay influencia que valga.

¿Eres tú un influencer?

Pues mira sí, ¿por qué no vas a ser tú un influencer? Claro sí, tú también eres un influencer, aunque sea a pequeña escala.

Seguro que otras personas hacen algo porque se lo has recomendado tú en alguna ocasión ¿o no? Claro indicio de que esas personas te han concedido total credibilidad sobre una materia porque has demostrado tener sobrado conocimiento sobre ella.

Ok, no es lo mismo que te haga caso tu círculo de amigos, doce o veinte personas a que te hagan caso millones de individuos en todo el planeta.

Pero en esencia la base está creada. El resto solo es cuestión de números.

También puede ser que seas famoso por algo y simplemente por eso las personas te hagan caso en todo ¿por qué? En ese caso puede ser simplemente porque quieren parecerse a tí.

De un modo u otro, si aspiras a ser influencer y eres bueno en algo como para que un cierto número de personas te sigan e incluso quieran emularte, tal vez solo sea cuestión de hacer crecer tus números para llegar a convertirte en un influencer mayor.

¿Todos los influencers son iguales?

Claro que no. Lo mismo que en todas la profesiones. Cada persona es como es.

Y puesto que los influencers son, a pesar de todo, personas, y tienen su corazoncito (o no) 😀 evidentemente no son iguales.

Está el que desde pequeñito quería ser influencer y va “a cuchillo”, a veces destacando relativamente en alguna actividad pero teniendo mucha presencia para que se vea y crezca su influencia.

Está el influencer que se encuentra con la influencia sin habérselo planteado tras el éxito en alguna profesión.

También está la variante de falsificador que compra decenas de miles de seguidores en Twitter para parecer más influencer, de forma que algunas empresas piquen y le incluyan en alguna campaña de marketing.

Influencers pasivos

Podríamos considerar influencers pasivos a aquellos que utilizan una marca porque realmente les gusta (beben una cerveza, usan una marca de ropa, etc.), no porque pretenda ser influencer.

No usarían otra aunque les pagaran, porque esa otra no va con ellos: a ellos la que les mola es la marca X y no más.

Ni que decir tiene que si la marca que ellos usan les ofrece participar en una campaña es probable que digan “sí”. O que pasen porque no quieran entrar en el rollo del negocio de los infleuncers.

Para una marca el utilizar este tipo de influencers es sumamente rentable (si el influencer, aunque pasivo llega a un gran número de personas). Si las personas confían en él con respecto a esa marca porque saben que el tío es sincero, su influencia en los resultados de la campaña será sin duda importante.

Influencers activos

Los influencers activos (y no por ello necesariamente menos sinceros que los pasivos) van más enfocados a sacar provecho de su influencia.

Son muy conscientes de que su poder como influenciador le puede resultar muy rentable, por lo que probablemente en muchos casos serán ellos quienes se ofrecerán a las marcas.

¿Cuándo la recomendación de un influencer se convierte en publicidad?

La fina línea roja también existe en el negocio de los influecers. ¿Cuándo una recomendación pasa a convertirse en publicidad? ¿Cuando el influencer cobra por recomendar? ¿Acaso cuando el influencer se dejó convencer para cambiar de marca aunque realmente disfrute con ese cambio?

En algunos aspectos puede influir el factor dinero, ya que si al conocer el fisco que percibe ingresos por esa Recomendación le obliga a poner “Publicidad” o simplemente “Post patrocinado” su efecto en el usuario puede variar mucho.

Lo cierto es que a veces resulta difícil saber si realmente es publicidad encubierta o una sincera recomendación. ¿Y si era publicidad hasta cuando parecía ser recomendación? Bueno, je, je, esto ya puede volverse conspiranoico, dejémoslo ahí.

¿Cómo va a incidir en los resultados de los influencers la tendencia del fisco a controlar sus actividades?

Un poco al hilo de lo que comentábamos antes con el fisco, lo cierto es que sí puede influir de manera negativa el hecho de que el fisco en USA haya puesto sus ojos sobre el jugoso negocio de los influencers.

Naturalmente, si por un lado les obligan a pagar impuestos por esa actividad, (ya que de lo contrario sería economía sumergida, y por tanto a efectos fiscales delictiva), por el otro protegen a los consumidores de lo que a veces pudiera ser publicidad engañosa, no porque el producto no cumpla las expectativas creadas, sino por cómo es presentada y recomendada por alguien que obtiene beneficios con ello.

En esa protección al consumidor, el indicar en esas recomendaciones que se trata de publicidad o como decíamos antes “post patrocinado” se le está indicando al consumidor que el influencer cobra por hacer esa recomendación, lo que puede hacer que a aquél le aparezca menos sincera su recomendación.

Se nos antoja un asunto de difícil clarificación, por lo que nos tememos que todos salgan perjudicados en este asunto.

Los influencers porque pierdan influencia o credibilidad; las empresas porque pierdan la baza del influencer en la jugada; los usuarios que dejen de conocer interesantes productos que el influencer prueba para darlos a conocer si son de calidad…

Y el propio fisco, que si mata la gallina de los huevos de oro de los influencers no es que vaya a recaudar poco, sino que no va a recaudar nada, ja, ja, ja… Ay, que nos partimos la caja 😀

La influencia subliminal de los influencers

Si existe la publicidad subliminal también existe la influencia subliminal, ya sabes, esa que no eres consciente de estar recibiendo, pero que se graba en tu subconsciente y te hace decidir entre un producto u otro de manera automática cuando se presenta la opción.

Tan simple como el refresco, la cerveza o la marca de coche que el actor protagonista o el malote de turno de una película tomen o conduzcan.

¿El actor es consciente? Suponemos que a veces sí y a veces no. Sería otro punto sobre el que debatir.

Consciente o no, el hecho de que esa marca aparezca en el film puede representar un volumen de ventas importante para la marca, que en este caso no habría recurrido a la influencia tradicional, sino a una influencia subliminal, por otra parte perfectamente válida a nuestros sentidos mercantiles para el objetivo principal de cualquier campaña de marketing: hacer crecer las opciones de venta.

¿Qué beneficios tiene para tu empresa incluir influencers en su estrategia de marketing?

Si te estás planteando utilizar en tu empresa influencers como parte de tu campaña de marketing, tenemos que decirte que es una buena idea.

Y no solo porque si eliges bien conseguirás mejorar tus resultados, sino porque comparativamente hablando con respecto a hacer una campaña de publicidad pura es bastante más económico.

Naturalmente y como decíamos, es importante elegir bien ¿Un influencer que llegue a un elevadísimo número de usuarios aunque no sepas cuántos de estos pueden estar interesados en tus productos?

¿O un influencer con menor número de seguidores pero muy enfocados en el nicho de mercado de tu rubro?

Todo depende. Si lo que quieres es lanzar una campaña dirigida al público en general, para que la marca vaya penetrando en el mercado aunque de entrada esto no garantice un aumento de las ventas. Ahí puede serte más útil un influencer muy multitudinario.

Por el contrario, si lo que quieres es vender directamente o ir incrementando el conocimientos sobre tu producto a un público más segmentado aunque esto represente ser menos conocido a nivel global, la figura del micro influencer, un influencer con menos volumen de seguidores, pero muy enfocados en un micro nicho, por ejemplo, puede ser la más adecuada.

Evidentemente todo esto pasa por elegir al influencer más adecuado para el producto y elegirlo bien.

¿Cómo perciben los usuarios la sinceridad de un influencer?

Bien, esto nos atreveríamos a decir que en muchos casos el usuario ni se lo plantea: si el influencer lo dice o lo usa no hay más hablar.

Para otros usuarios el ejemplo, la mejor forma de predicar es la mejor señal de sinceridad.

Si por ejemplo los lectores de un blog ven que el bloguero siempre utiliza unas herramientas concretas con buenos resultados, están recibiendo el mensaje de que la herramienta es buena. Ni siquiera hace falta que el bloguero, influencer considerado o no se lo recomiende.

En cambio en otros aspectos es más difícil diferenciar recomendación de publicidad. O dicho de otra manera: el influencer utiliza una marca porque la marca le paga, idependientemente de si es la mejor o no.

Y si el usuario detecta que se trata más bien de publicidad, entonces ¡Adiós a la influencia!

¿Puede la influencia de un influencer ser una mala influencia para el propio influencer?

Título travieso que nos hemos montado para un asunto que no podíamos dejar de plantear en este post: Cómo la influencia del influencer se puede volver en su contra e incluso perjudicar su marca personal.

Lo cierto es que esto puede ocurrir por diversas razones: que el influencer se vincule a una marca poco apoyada o peor aún, denostada por el público; que el usuario detecte que el influencer está más interesado en ganar dinero recomendando un producto que en el producto en sí; que hacienda les obligue a hacer constar que esos posts, tuits o lo que sean son “patrocinados”…

La pérdida de popularidad del influencer suele representar, de entrada, un descenso en el número de seguidores, lo que se traduce así en una reducción de su caché.

Por otro lado, todo lo que perjudique su branding y cualquier aspecto de su marca personal terminará igualmente repercutiendo en él económicamente, pero desde luego, es mucho peor perder branding que perder dinero.

La pérdida de reputación no solo es perjudicial por eso, sino porque puede incidir también negativamente en su actividad real, (ya sabes, deportista, músico, periodista, bloguero, etc.) o sea, aquella por la que el personaje se ha convertido en influencer.

Como ves, no todo es de color de rosa en el negocio de los influencers.

Algunos datos estadísticos sobre influencers

No es de extrañar, no solo por la popularidad de esta figura, sino por las altas cifran que se barajan en el mundillo de los influencers, que los niños sueñen con ser influencers cuando sean mayores.

Aunque hemos dejado para el final algunos datos extraídos del gráfico realizado por Chiara de Rago para La Vanguardia, estos resultan esclarecedoras: más de 6000 euros por publicar un post en Facebook, más de 500 euros por publicar un tuit o 9500 euros por subir un video a You Tube.

Y no nos olvidemos de Instagram. En esa red social y en función de la popularidad del influencer una foto puede alcanzar los 2500 euros o más.

En general, lo que gane un influencer al mes puede oscilar entre los 200 y los 3000 euros por mes, siendo solo el 1.6 de la estudio realizado por Marlvercrowd declara percibir al mes más de 3000 euros. Este y otros interesantes datos los puedes ampliar en este artículo de El Perdiódico.

Está claro que hay cifras mucho más bajas, que esas, pero de lo que no cabe duda es que hay negocio. Y ante ese negocio incluso ya empiezan a surgir agencias de influencers, aunque esto conlleve que las tarifas de los influencers se incrementen para que las agencias tengan su parte del pastel.

Lo que puede llegar a ganar un unfluencer lógicamente irá en función de su popularidad, lo que queda reflejado en principio a ojos externos como en número de seguidores que tiene en Twitter, Instagram,, Facebook y el resto de redes sociales.

Luego ya habrá más consideraciones, como el engagement que el influencer consigue con sus posts, etc.

Conclusión

Como ves, todo esto de los influencers da para hablar largo y tendido. Solo esperamos que tras la lectura de este post tengas más claro el tema que antes de leerlo 😀

¿Conoces a algún influencer? ¿Lo eres tú? ¿Qué opinión te merecen los influencers? Nos encantaría conocer qué piensas sobre todo esto. Y si te ha gustado este post también puedes compartirlo en las redes sociales para que más amigos entiendan que es y qué consecuencias tiene ser un influencer.

5 pensamientos en “Influencers: ¿Dónde acaba la recomendación y empieza la publicidad?

  1. ¡Jose Luis! ¡Que «pedazo» de artículo! Clarísimo, informativo y de absoluta actuaclidad. Verás… Mucha veces tengo encendido el televisor y no lo miro mientras trabajo. Escuchaba hablar de los influencers y apareces tu en Facebook con este post genial!
    Felicitaciones, amigo.Un abrazo

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  2. Pingback: Influencers: ¿Dónde acaba la recomendación y empieza la publicidad? – Espacio de Rosa

  3. Muy buen post, en mi blog también hablo de estos influencers, aunque más ambientado a Youtube que es lo que sigo más. Es cierto que nunca se sabe cuando te recomiendan porque de verdad lo sienten y cuando es una colaboración con la marca. Ellos mismos en sus vídeos tienen que estar recalcando «No me han pagado por decir esto» y es que la gente ya ve publicidad por todas partes, también porque en cierta parte se lo han ganado.

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    • Hola.
      Pues sí, la gente ya vemos publicidad hasta donde no la hay, ja, ja… Y sí, es difícil saber a veces si la recomendación es sincera o es porque se cobra, pero en otras se vé claramente. La verdad es que me encantó escribir sobre esto porque da lugar a un debate que puede llegar a ser hasta divertido. Muchas gracias por tu lectura y por comentar. ¡Saludos!

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